Como profesora de español online me gustaría que al terminar de leer este artículo recuerdes el nombre de estos ingredientes, porque como estás a punto de descubrir, llevan en la gastronomía española más de 400 años. Y no solo eso, son una parte tan fundamental de nuestra dieta, que hasta el mismísimo Miguel de Cervantes los incluyó en la novela española más destacada de la historia: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Bien, estos ingredientes son: el jamón, el chorizo, el bacalao, la cebolla, el pimiento, el ajo y el tomate. Y aunque los platos que vas a descubrir en este artículo tienen siglos, hoy en día los seguimos cocinando y consumiendo, especialmente en la región de Castilla La Mancha, en el interior de España.Pero antes de empezar a disfrutar de la gastronomía del Quijote, como profesora de español online me gustaría sentar el contexto tanto de la novela, como del autor y de la época de la que estamos hablando.
Don Quijote y Sancho Panza son los protagonistas de esta novela, escrita por Miguel de Cervantes Saavedra y publicada con el título El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha a comienzos de 1605. En 1615 se publicó la continuación de las aventuras de don Quijote y Sancho, en la que se ha convertido en la obra más destacada de la literatura española.
Esta obra representa la primera novela moderna que desmitifica la tradición caballeresca y cortés de las obras escritas anteriormente durante la Edad Media. Es también la primera novela polifónica en la que, a través de los personajes, se muestra una diversidad de puntos de vista y voces sobre la realidad. Se ha dicho de esta novela que es “el mejor trabajo literario jamás escrito”.
La novela narra las aventuras de Alonso Quijano, Don Quijote, un hidalgo pobre, de la baja nobleza, que ha perdido su mente leyendo libros de caballerías. Es decir, Don Quijote se cree un caballero andante medieval. Le mueven los grandes valores de la bondad, el coraje y la defensa de los débiles, en una realidad en la que su mente enloquecida, confunde molinos con gigantes, prostitutas con grandes damas de la corte y rebaños de ovejas con ejércitos de soldados.
En sus aventuras, le acompañan su fiel escudero, Sancho Panza, y su caballo, Rocinante. En su pensamiento, siempre está presente su amada dama, Dulcinea del Toboso.
No menos interesante que su personaje, es el autor de la obra, Miguel de Cervantes. Nació en Alcalá de Henares, en 1547. Con 19 o 20 años, se fue a Madrid, donde cursó sus estudios. En 1569 llegó a Roma, para trabajar al servicio del cardenal Giulio Acquaviva y poco después, se enroló en el ejército como soldado a las órdenes del capitán Diego de Urbina. Esto le llevó a luchar en la batalla de Lepanto, batalla naval que tuvo lugar en octubre de 1571, cerca de la ciudad griega de Naupacto. De ahí viene su famoso apodo de el manco de Lepanto, ya que sufrió daños en su brazo izquierdo.
Pasó algunos años más en Italia, y a su vuelta a España, el barco en el que viajaba, fue capturado. Los prisioneros fueron llevados a Argel. Allí, Cervantes permaneció cinco años cautivo (¡intentó escaparse hasta cinco veces!). Finalmente, su rescate fue pagado por su familia y Cervantes pudo regresar a España en 1580.
Una vez de vuelta a España, trabajó al servicio del rey como recaudador y comenzó a escribir novelas y obras de teatro como dramaturgo.
En mis clases, como profesora de español online, siempre me gusta hacer una introducción antes de ver un tema específico así que, vamos a ver la época y el lugar donde se desarrolla la novela de Cervantes.
La España en la que vive Cervantes y en la que se desarrollan las aventuras de Don Quijote, es la España del Siglo de Oro, conocida con este nombre porque ha sido la época de mayor esplendor en la historia de España.
Durante el Siglo de Oro español florecieron el pensamiento, el arte y las letras (de esta época es también el famoso cuadro de Diego Velázquez, Las meninas, 1656). Esta época coincidió con el auge político y militar del Imperio español de la Casa de Trastámara y de la Casa de Austria. Generalmente, se considera que comenzó en 1492 con el fin de la Reconquista cristiana y el Descubrimiento de América y finalizó en 1659, año en el que España y Francia firmaron el Tratado de los Pirineos.
En cuanto a la zona de España en la que tiene lugar la trama del Quijote, se trata de la Mancha, una región situada en el centro de España, que ocupa parte de las actuales provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo. Es una zona de grandes llanuras, con inviernos fríos y veranos muy calurosos, donde abundan la caza (conejo, liebre y perdiz), los rebaños de ovejas y otros cultivos como los ajos, las viñas y los campos de cereal.
En concreto, algunas de las poblaciones mencionadas en la novela de Cervantes y donde puedes ver los famosos molinos de viento son:
La gastronomía está muy presente en toda la novela ya que, desde el capítulo 1 del Quijote, ya se empieza a hablar de la cocina de la época:
«Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda.»
Como profesora de español online, en mis clases me encanta incluir siempre algo relacionado con la cultura de España o Latinoamérica. Creo que esto es algo que mis estudiantes realmente aprecian y que además les motiva para seguir aprendiendo español… Así que, ¡aquí va una ronda de gastronomía tradicional!
1. Olla podrida
Los ingredientes que lleva este plato son oreja y pata de cerdo, tocino de cerdo, chorizo, jamón, morcilla, judías pintas, algunas verduras, miga de pan, ajo y sal al gusto.
Se le llama “podrida” porque se cocina muy lentamente, a veces tan despacio, que parece que los ingredientes se van a podrir… pero nada más lejos de la realidad. Es un plato que se toma caliente, ideal para el invierno.
2. Salpicón manchego
No hay que confundir este plato con la popular “ensalada de marisco” a la que también se llama salpicón. El salpicón manchego se hace con los restos de la olla podrida y se come frío, sin caldo. Los ingredientes son los restos de la carne de la olla podrida, jamón serrano, cebolla, aceite, vinagre y sal.
3. Duelos y quebrantos
Son unos huevos revueltos con tocino de cerdo, chorizo, jamón y sesos de cordero (aunque este último ingrediente se puede quitar dependiendo de los gustos del consumidor).
Algunos estudiosos sostienen que el nombre de este plato hace alusión al “quebranto” del ayuno impuesto sobre las carnes de cerdo en las religiones judía e islámica y el posterior “duelo” tras haber roto o quebrantado el ayuno.
4. Gazpacho pastor
No hay que confundir este plato con el gazpacho frío que se toma en verano a base de tomate, pimiento, pepino, cebolla y ajo. El gazpacho de pastor o gazpacho manchego es un plato típico de los pastores de la Mancha que vivían en las zonas rurales. Se elabora con perdiz, liebre, conejo, gallina, aceite, pimentón, pan y sal al gusto. Se toma caliente y tiene un poco de caldo.
5. Tojunto
Sus ingredientes son carne de ternera, patatas, pimientos, ajo, azafrán y sal al gusto. Se fríe un poco la carne en una sartén y luego se cocina todo junto despacio en una olla. Como dice el refranero manchego: “el tojunto se escribe junto y se cocina separado.”
6. Atascaburras
Se come frío o templado y su ingrediente principal es el bacalao. Al bacalao se le añade patatas cocidas, ajo y perejil y se hace una masa que se adorna con huevo cocido y pimentón.
7. Tiznao
El ingrediente principal del tiznao también es el bacalao. Es un plato delicioso en el que los ingredientes son bacalao, patatas, pimientos rojos, ajos, cebollas, pimentón dulce, aceite y sal.
8. Morteruelo
Este es un plato de origen medieval, cuya receta e ingredientes se han mantenido intactos de generación en generación. Se come caliente y untado en pan, ya que, la textura es una especie de pasta consistente.
Los ingredientes son hígado de cerdo, perdiz, gallina, jamón serrano, panceta de cerdo, pan rallado, pimienta negra, laurel, tomillo, pimentón, clavo, canela, aceite y sal.
Se elabora mezclando los ingredientes lentamente y durante horas en un mortero, de ahí viene su nombre, morteruelo.
9. Pestiños y frutas de sartén
Terminamos el repaso por los platos de la gastronomía del Quijote con el postre. Las frutas de sartén se hacen a base de harina, huevos y azúcar. Toman diferentes formas y se fríen en la sartén con aceite de oliva. Se acompañan con azúcar o miel. Ejemplos de estos dulces son las flores fritas, las hojuelas, los rolletes de sartén…
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Anímate y dale al play de algunos de los vídeos incluídos en las recetas y disfruta como ya lo hizo don Quijote en su día.
¡Buen provecho!
